Seguro recuerdas que cuando eras niños comías pristiños con miel y un vasito de leche. Este dulce tradicional nos lo hacían nuestras abuelitas para consentirnos y mostrarnos las delicias sanas que ellas disfrutaron cuando eran pequeñas. Comparte este sabroso y esponjoso dulce con los más pequeños y los golosos de la casa.
Ingredientes:
Masa:
- ½ taza de nata guardada,
- 5 onzas de harina,
- 1 cucharadita de polvo de hornear,
- 1 cucharadita de azúcar,
- ¼ de cucharadita de sal,
- 2 cucharadas de agua de anís.
Miel:
- 1 libra de raspadura,
- 2 tazas de agua,
- 2 naranjillas.
Preparación:
- En un recipiente grande mezcla la nata, harina, polvo de hornear, azúcar, sal y agua de anís hasta que la mezcla se homogenea y no tenga grumos.
- Amasa sobre una tabla la masa hasta que esta sea manejable y lisa, a continuación divide la masa en 5 pedazos.
- Espolvorea una tabla para amasar y sobre ella extiende uno de los pedazos de masa hsta dejarlo liso.
- Corta rectángulos de más o menos 14 cm x 6cm.
- Cuando tengas los rectángulos, corta los filos de lado y lado y une los extremos formando una corona. Haz lo mismo con toda la masa.
- En un sartén pon abundante aceite y llévala al fuego hasta que esté caliente y listo para freír.
- Mientras esperas que el aceite esté listo, licua las naranjillas con el agua.
- Después de cernir, lleva al fuego el líquido y agrega la raspadura.
- Deja hervir hasta que la miel espese.
- Cierne de nuevo la miel y reservala en un recipiente.
- Fríe en abundante aceite cada una de las coronitas hasta que estén doradas y sácalas en una fuente con papel absorbente.
- Sirve los buñuelos bañados de esta miel.
Sugerencias:
- Puedes agregar ¼ de cucharadita de anís a la mezcla de la mesa si deseas.
- Para darle más sabor a la miel suelta en ella 4 clavos de olor.
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